Month: September 2020

(1) This article by Tony Ewing discusses different techniques to reduce stress and increase productivity. Ewing addresses the negative effects of stress and encourages leaders to develop strategies to cope with stress. Ewing addresses different ways to cope that are supported by research such as: self-distancing, avoiding perfectionism/ doing things badly and embracing a “stress is enhancing” mindset. Self-distancing consists of removing one-self from the stressful situation to gain clarity and perspective before reacting. This helps to reduce negative behavior but also alleviates some of the internal negative effects of stress. Doing things badly is a proposed solution for the stresses that perfectionism can create. By allowing space for mistakes and later corrections we remove some of the pressure that perfectionism causes and may be able to accomplish the task more efficiently. Finally re-framing stress as something beneficial may allow for increased persistence and stronger performance. Ewing concludes that stress is a complex condition that requires individualized attention and both short- and long-term management. He offers these 3 techniques as scientific ways to manage stress when we need to be productive.

(2) Research from the Ohio State University addressing the effects of self-distancing in angry/ stressful situations found that provoked individuals who experienced stress and self-distanced scored lower in anger and aggression meaning they experienced less angry thoughts and less aggressive behavior compared to individuals provoked in a control group who could not self-distance.

An article from Stanford regarding Stress, Mindsets and Success in Navy SEALs assessed how different mindsets and perspectives of stress effected performance. The mindset of individual participants was determined using a survey with specific phrasing and agreement scales with options 1-5. The study gathered information about persistence (how long participants stayed in training), success (whether students graduated or not) and performance (completion times for different activities) as well as peer and instructor analyses. They found that participants with mind sets that “stress is enhancing” showed significantly better performance times, lasted longer in the program and were rated more positively by others. They concluded that stress perspectives can predict outcome better several characteristics like demographics and fitness/ BMI. The authors suggest that mindsets relating to stress, rather than just stress management or reduction, may be an important factor in dealing with stressful environments.

Lastly, a study regarding maladaptive perfectionism’s link to aggression and self-harm suggests that perfectionism is associated with increased self-harm and/or aggression towards others for emotional regulation after receiving negative feedback. They concluded that perfectionism could foster hard work, increased attention to detail and increased ability to overcome adversity, but when setbacks threaten a perfectionist’s well- being they have a higher chance of becoming agitated and behaving aggressively to improve their mood. Acknowledging that mistakes and failures is inevitable results in less rigid standards and less aggressive behavior when negative feedback is received.

(3) I think Ewing used the science in an appropriate way in this article. Stress plays a large role in most people’s life today, especially in today’s climate of high political and social tensions, and the additional stressors of the pandemic. I think it is important to continue to research stress and maintain a conversation about how it impacts individuals physically, mentally, and emotionally. The purpose of this popular article was to discuss some scientific techniques that individuals may be able to adopt when dealing with stress. Ewing presented the science well and acknowledged that stress is a complex condition that requires more research and can be managed in a many ways that extend beyond his three “emergency” techniques.

 

Hannah Dillenbeck

Tenía catorce años la primera vez yo dije la frase “quieres colorear conmigo” a una chica muy pequeña, solo cuatro o cinco años, en una puebla en los montanas de Guatemala. En el patio de una escuela, nos sentamos juntos, compartir solo sonrisas entre ellos, porque no pudimos hablar el mismo idioma. Estaba visitando el país con mi hermana, mi padre, y un grupo de enfermeras y doctores. Cada día, tomamos un autobús escolar a una puebla de los montanas o un lugar urbano, cada con una comunidad pobre sin acceso a atención medical. Los adultos trabajaron en la clínica con los adultos y familias, pero mi trabajo era jugar con los niños durante su espera.

Aprendí sus juegos y les ensené mi propia. Jugamos ‘pato pato ganso’ y ‘la ronda’, la segunda fue un juego nuevo para mí, pero las niñas les encantan. Pero las actividades más populares fueron colorear páginas de las princesas y cuando yo pinte sus unas.

Ese primer viaje cambio mi vida. Ese viaje me hizo un estudiante de español por todos mis anos del colegio. Yo elegí una especialización de español porque vi la importancia de comunicación entre grupos diferente, especialmente en relación con los médicos.

Sin embargo, yo continuaba aprender mas y mas sobre la cultura y sobre el idioma español en los otros viajes. En la secundaria, fui a Centroamérica dos veces al año, cada ano. Guatemala, cinco veces, El Salvador, uno vez, y Nicaragua, uno vez. Cada viaje fue diferente, y me encanto ver a mis amigos descubrir una nueva cultura, mientras yo aprendí con ellos cada vez.

Actualmente, hay mucho debate sobre las intenciones y consecuencias de viajes de estadounidenses a otros países para servir. Estoy de acuerdo con muchos de ellos en oposición a la idea de “complejo Salvador blanco”; algunos viajes hacen mas daño que bien. Pero yo debo mi vida y mis deseos a mi primer viaje a Guatemala con los médicos. Sin esa experiencia, no sé lo que estaría estudiando o si quisiera ser un medico que trabaja con poblaciones hispanas en los Estados Unidos.

Por mí, El Padre sabia mi corazón y uso ese viaje cambiar mis intenciones y mi manera de vida completamente. Jeremías 29:11 dice “Porque yo se muy bien los planes que tengo para ustedes –afirma el SENOR—planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”. Quiero trabajar con y rectificar los problemas de estos viajes y atacar el “complejo Salvador blanco”, y espero continuar aprender mas sobre el problema y como cambiarlo. Porque cuando yo pienso sobre mis viajes, pienso sobre las chicas pequeñas y las horas coloreamos juntos y jugamos en las calles y los patios.

No sé porque deseo hablar de la muerte, es un tema bastante morboso para una plataforma tan relajada. No sé si es porque la muerte es un tema tan universal en la existencia humana y con esperanza esta escritura podría conectar con algunos de ustedes lectores por ahí.No sé si es porque la gente muy cercana a mí ha muerto recientemente y tal vez pueda encontrar consuelo en mis propias palabras. O si es debido a mi propia relación oscura con la muerte y las diversas experiencias cercanas a la muerte que he tenido a través de mis cortos 22 años. De cualquier manera, la idea de la muerte y una vida después de que me aterroriza. Cuerpo y alma. Así que me dije, qué mejor manera es superar el trauma existencial y arraigado que escribir una entrada de blog para que cualquiera lo lea. Bueno.

Desde que era una niña, me quedé despierto hasta altas horas de la noche en mi cama con ansiedad, tratando de envolver mi cabeza alrededor de la pregunta de lo que sucede después de morir. Qué niña, ¿verdad? Se agravó cuando noche tras noche corría por las escaleras llorando por mis padres, haciendo la misma pregunta existencial. Mi padre me sentaría en su regazo, me limpiaba las lágrimas de mis ojos y me dijera de este gran ideal llamado el Cielo, un lugar con caminos y puertas de oro, sentado en las nubes, siendo vigilado por Dios. Y como una niña, nunca dudé de mi padre y sus creencias, aunque nunca encontré eco conmigo. Personalmente no podía imaginarme en este mundo de fantasía después de morir, pero tampoco estoy de ninguna manera avergonzando a aquellos que sí creen en este ideal. El cielo existe para aquellos que creen en él, pero desafortunadamente nunca pude convencerme. Solo después de varios ataques de pánico y conversaciones con un terapeuta autorizado tuve que aceptar esta ansiedad sobre la muerte. He aceptado lo que aún no puedo explicar, que la muerte es el misterio final de la existencia humana y no hay nada que pueda hacer excepto vivir mi vida mientras todavía la tengo.

Sin embargo, decir que he aceptado la inevitabilidad de la vida no fue el paso final para mí. Entonces miré hacia la literatura y la historia de las religiones y culturas antiguas para darme una perspectiva más amplia. Quería conectarme con los viejos sistemas de creencias que estaban gobernados por el universo, su entorno y los dioses para conectarme con algo más que yo. Comencé este viaje cuando estudié por primera vez en el extranjero en Puebla, México, en 2018. Una de las experiencias más satisfactorias de mis cuatro meses fueron los viajes a lugares antiguos por todo el país como Monte Albán, Teotihuacán y Tenochtitlán. Antes de la llegada de Colón en el siglo XV, estas eran una vez mecas vibrantes que atrajeron a miles de personas de las regiones circundantes. Durante los festivales religiosos antiguos de las aztecas, la gente fue sacrificada una vez a los dioses, porque aquellos de los que fueron sacrificados eran considerados alimento para los dioses. Si los dioses no fueran sacados con suficiente frecuencia, entonces tomarían represalias contra la gente a través de desastres naturales extremos como inundaciones o terremotos. Los aztecas creían que sus acciones y cómo trataban su entorno afectarían a sus comunidades, una idea de la que creo que la sociedad moderna se ha distanciado. En la era moderna, estamos demasiado involucrados en nuestro mundo para preocuparnos por cómo tratamos el mundo que habitamos. La humanidad se ha desconectado del universo y apático a nuestro medioambiente, dejando los bosques quemados y los icebergs derretidos. Pero mientras caminaba por estos terrenos antiguos, me sentí reconectado a los ideales antiguos, más cerca del universo que nunca antes. Pero mientras caminaba por los antiguos terrenos de Monte Albán, me sentí conectado con los antiguos ideales, más cerca del universo que nunca antes. Debido a que este sitio arqueológico se encuentra en la cima de esta enorme montaña, era fácil imaginar las calidades seculares de este sitio. Mientras estaba allí, se sentía como si llegara lo suficientemente alto, pudiera tocar una estrella o la mano de Dios o algo más grande que yo. Esta energía me rodeó y yo por primera vez en mi vida me sentí en paz, consciente de sí mismo y cómo encajo en este mundo.

Aunque nunca he estado tan cerca de las nubes desde entonces, me he llevado muchas cosas de ese viaje a Monte Albán. El universo me dijo que no importa a dónde vaya en esta tierra (e incluso fuera de ella cuando en el futuro tenemos misiones públicas en el espacio profundo), no estoy sola, sino uno de los miles de millones que vinieron antes que yo, caminando por el mismo camino ventoso. Ellos, al igual que yo, no tenían ninguna pista sobre qué desastre natural o experiencia cercana a la muerte vendría después, pero no les detuvo de vivir sus vidas, simplemente oraron mucho más. Y desde ese día he empezado a disminuir lentamente mi agarre en mi ansiedad. Encontré paz sabiendo que no soy el primero, y no seré la última persona en temer la muerte. No he superado completamente este miedo, aunque he hecho progresos significativos desde el desastre de llanto en pánico que corrió hacia su padre en busca de respuestas. Algunos días son más difíciles que otros, pero he encontrado formas de aguantar. Incluso tengo un esfuerzo respiratorio que me ayudó y unos pocos amigos con ataques de pánico repentinos: aprende a respirar lentamente a través de la nariz e imagina que la luz y la paz están fluyendo, entonces tomas una pausa cómoda, y luego exhala con fuerza todo el dolor y la negatividad que se sienta como un nudo en el estómago, expulsándolo de ti. Mira, si ayuda, fantástico, si no, bien, tratar de leer otro blog de estudiante universitario nervioso sobre la muerte y el existencialismo con estos consejos muy útiles.

 

(1) This article from the New York post ranks popular face masks from most effective to least. Kirsten Fleming and Catherine Kast reference research done by Duke University. They describe the setup of the experiment as an individual repeats a phrase several times in the direction of a laser, a cellphone camera records the respiratory droplets produced and an algorithm calculates how many respiratory droplets escaped the mask. The article ranked masks from best to worst with N95 and surgical masks as the best, bandanas and neck gaiters as the worst, with several variations of masks made with cotton and/or synthetic material in between. The authors express a few times that outstanding variables like low loud someone speaks or how well the mask fits may affect the amount of respiratory droplets that pass through.

(2) This article from Duke University investigates facemask efficacy in filtering respiratory droplets expelled during speech with a replicable setup. The authors address that this study was designed to be a quick and affordable way to estimate the efficacy of a mask, that should be expanded upon. They identify the need for further research as they only studied 1-4 speakers per mask, did not account for speaker volume or speech patterns, and were limited by the camera quality (can only detect droplets larger than 0.5um). The results show masks ranked from medical N95 and surgical masks, to different varieties of cotton masks, and on to bandanas, no mask , and fleece gaiters. They represent their data in a figure showing the time evolution of droplet count and with box and whisker plots comparing the mean and standard deviation of each mask’s efficacy over 10 trials. They also include a figure regarding the light scattering properties of droplets, which reflected aspects of their setup.

(3) I think the science was used well in this NY Post article. The authors presented the overall findings of the data and accurately ranked the masks from best to worst. The authors did not discuss the variability of each mask or present the actual data (mean and standard deviation of respiratory droplets that the mask transmitted). However, they did a good job of ranking the masks and acknowledging that extraneous variables (like different speakers, speech volumes, etc) likely influenced results and could explain a lot of the variability among similar cotton masks. Overall I think it was important that the authors stressed the need to wear masks to prevent the spread of Covid-19 while acknowledging that most of the types of masks commonly worn proved to be reasonably effective (except gaiters and bandanas).

 

Hannah Dillenbeck

(1) This article by Victoria Foster sheds light on a symptom of Covid-19 that surprised several medical professionals. Foster discusses the occurrence of pneumothorax or punctured lungs appearing in individuals hospitalized for Covid-19. Pneumothorax is usually most common in tall men or elderly individuals with lung disease. Doctors have reported these symptoms in individuals with Covid-19 that do not fit into those two groups and even extends to individuals with Covid-19 that were not put on a ventilator. A few UK doctors shared this concern on social media and found that other health care professionals were witnessing similar cases. A reported 63% of individuals who experienced a pneumothorax while suffering from Covid-19 survived. Pre-existing conditions, gender and age of these individuals were considered, elderly patients experienced a lower probability of survival with this complication.

(2) The focus of this study , was to analyze pneumothorax and pneumomediastinum and how they may cause complications in patients with Covid-19. Data was gathered from several healthcare systems and details of demographic, radiology, clinical management, lab results, and survival rates were included with the records. This study could not establish a causality relationship between pneumothorax and Covid-19. However, because of the relative frequency of the co-occurrence of Covid-19 and pneumothorax it is unlikely that all/most of these cases were coincidental. The pneumothorax cases that were studied were separated into groups: patients with acute presentation that may be a direct complication of covid-19, ward inpatients who developed pneumothorax while admitted at a hospital, and patients with pneumothorax who were on invasive ventilator support. While the association between pathologies is not fully understood, cyst-formation in the lungs that has been noted to occur with SARS may be involved. The findings allowed them to reasonably conclude that these cases of pneumothorax were likely a consequence of Covid-19.

(3) I think the science was used well and interpreted accurately in this article. It seems that the purpose of Foster’s story was to shed light on a new possible complication that may occur with Covid-19 patients. The connection and pathology of pneumothoraxes in relationship to Covid-19 are not fully understood yet, but studies surrounding this complication must evolve as research and time continue to reveal more about Covid-19 and how it effects human physiology. I think it is important to increase awareness of new complications surrounding Covid-19 and to share these findings with other healthcare professionals and with the public. I think that Foster does a good job in summarizing the details surrounding this research in an accurate way that the public could understand, while not misinterpreting the scientific details.

 

Hannah Dillenbeck

“El lugar más feliz de la tierra” era mi hogar por cuatro meses en la comienza de 2019. Walt Disney World fue creado con la esperanza que “aquí la edad revive buenos recuerdos del pasado, y aquí los jóvenes pueden saborear el desafío y la promesa del futuro”, una cita de Walt Disney en la apertura de Disneyland. Pero, vivir en un lugar mágico por cuatro meses es tener historias innumerables que termina con la frase “supongo que tenías que estar ahí”. Y la presión que sentía recrear estos sentimientos con mi familia y mis amigos cuando visitaron era enorme. Y estas experiencias me hicieron pensar, podemos crear sentimientos, ¿o necesitamos confiar en la magia para hacerlo realidad?

Cada trabajadora o “miembro de reparto” nuevo aprende las maneras del ratón, Mickey, el lidero de toda la magia de Disney. Walt mismo dijo “sólo espero que nunca perdamos de vista una cosa, que todo empezó con un ratón”. La compañía cree en cuatros calidades que son los claves a su excito: la seguridad, la cortesía, el espectáculo, y la eficiencia. Desde el exterior, un miembro de reparto parece como un trabajador gracioso y entretenido. Este es un efecto de la formación extensiva que todos los miembros de reparto experiencia antes de que comiencen a trabajar en el lugar más feliz de la tierra. Esta percepción es esencial para Disney mantener la reputación de excelente servicio al cliente. En adición, el cliente es nunca solo “un cliente”, pero un invitado. A los miembros de reparto se les enseña a tratar a cada huésped como si estuvieran visitando su propia casa. Por todas estas razones, es posible ver como los miembros de reparto son un gran parte de la magia de Walt Disney World.

Cuando mi familia y amigos me visitaron, quise compartir todo lo que había aprendido e intentar enseñarles la magia que es Disney. Pero siempre me sentí estancado. ¿Cómo puedes hacer que alguien sienta algo que has llegado a comprender? ¿Puedes hacer que alguien se enamore de una idea? Al igual que puedes llevar a un caballo al agua, pero no puedes hacer que beba, puedes llevar a una persona al Reino Mágico y no hacer que sienta la alegría que tú sientes.

Esta conclusión me llevó a pensar en lo que hizo a Disney tan mágico. ¿Por qué todavía me sentía mareado cuando conocí a los personajes? ¿Por qué lloré en el espectáculo de fuegos artificiales todas las noches? Después de muchos viajes al parque y unos cuantos pretzeles de Mickey, descubrí que Walt había logrado su objetivo en mí. Cada vez que iba a Disney World, me sentía como un niño, lleno de imaginación y sueños. Desde entonces, cada día me inspira una de sus citas más famosas: “Todos nuestros sueños pueden hacerse realidad, si tenemos el valor de perseguirlos”. Walt creía en la fe, la confianza y el polvo de duendes, y tengo que creer que estas cosas te llevarán a tener los pensamientos más felices y, para encontrar la magia, primero debes creer en ella y tener el coraje de perseguirla.

(1)Researchers Doubt That Certain Mental Disorders Are Disorders At All discusses research that calls attention to the root of mental disorders and questions whether they are truly disorders or more of an adaptation for defense in response to our environment and adversity.

This Forbes article argues that science has never “proven” the heritability of mental disorders like depression, anxiety, and PTSD. It also highlights that areas of the world with increased conflict tend to have higher rates of mental disorders and while treatments have increased universally, no reduction in the frequency of these mental disorders has been seen. The author also argues that there are negative implications of labels and their effect on treatment; “mental disorders” must be managed with medicine, but “responses to adversity” could be overcome and relieved with social/educational reforms.

(2) The research in Mental health as biological health: Why tackling “diseases of the mind” is an imperative for biological anthropology in the 21st century discusses how, as medicine continues to decrease the stresses that infectious diseases have on our population, the need to address a rise in mental illnesses and deepen our understanding of their causes continues to rise. The best way to understand these complex mechanisms of mental illnesses is in an integration of biomedical, sociocultural, and evolutionary knowledge. Understanding the biomarkers, neurotransmitters, physiological symptoms, and genetics of mental disorders can only do so much if the cause of some of these disorders actually lies in a “response to adversity” caused by social circumstances. Furthermore, some illnesses may be rooted in the adaptations of humanity, or a “mix-match” in traits and the shift from ancestral to modern environments.

An incredibly wide array of mental illnesses are grouped into these categories for possible causes and analyzed intensively. The array of mental disorders includes but is not limited to OCD, bipolar disease, schizophrenia, depressions, anxiety, PTSD, dementia, Alzheimer’s, other neurological disorders, ADHD, substance abuse, eating disorders, etc.

(3) The scientific researchers offer an extensive analysis with a clear attempt to discuss the wide array of several known mental disorders. Meanwhile, the Forbes article focuses on a few disorders and exaggerates the idea of “doubt” in the biological side of mental disorders.

The author of the Forbes article does address the importance of biology but appears to have selectively chosen aspects of the research to ‘frame’ their argument in a certain light. The scientific research continues to respect, address and discuss the deeply biological side of many of these disorders but analyzes the complex relationships of these disorders and calls for a more multi-disciplinary approach to understand the causes of and effective treatments for mental illnesses (that incorporates a sociocultural and evolutionary understanding in addition to, not in spite of, the biological research).